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licantropos de todas las especies
sábado, 1 de noviembre de 2014
lunes, 13 de octubre de 2014
el hombre pollo
nacido por una brujería de un mago negro esto fue en mexico
es típico que haya en mexico hacen pelear a los pollos pero un día paso un mago negro que les advirtió a un grupo de gente que estaban haciendo pelar pollo que no lo hicieran por que era maltrato animal
los tipos se burlaron de el y el dijo
aquí verán mi ira la gente arranco uno quedo atrás por que callo al suelo
el mago dijo sus palabras mágicas y lo convirtió en un hombre pollo.
desde ese día ese hombre pollo aparece cuando hacen pelea de pollo para que no las sigan haciendo.
sábado, 11 de octubre de 2014
hombre elefante
nacido en África 1970 por un experimento fallido que hicieron con un hombre para ver si podrían unir genes humanos con un animal esta vez fue con un elefante causando una mutación.
muto en un cosa con cabeza de elefante trompa de elefante cuerpo humano y patas de elefante
se les escapo ahora anda por hay
muto en un cosa con cabeza de elefante trompa de elefante cuerpo humano y patas de elefante
se les escapo ahora anda por hay
miércoles, 8 de octubre de 2014
hombre pez
ásallá de las románticas sirenas y de los míticos tritones, los relatos acerca de los hombres-pez sobrecogen por sus vividos detalles y por su apariencia de realidad.
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Dentro del capitulo de las leyendas relativas a seres acuáticos, y aparte de los míticos tritones, nereidas y sirenas, se inscriben las de los hombres-pez u hombres marinos. Se trata de seres, en principio, totalmente humanos, pero que un buen día sintieron la llamada de las aguas y se lanzaron a vivir en el océano. Hay noticias diversas y muy antiguas sobre estos seres legendarios. Plinio ya da conocimiento de dos de ellos, uno visto precisamente en las aguas atlánticas de la bahía de Cádiz. Eliano, Pausanias, Belonio Nauclero, Lilio Giraldo y Alejandro de Alejandro son algunos otros de los cronistas que reseñan apariciones de estos fantásticos hombres-pez. Pedro Mexía, en su Silva de Varia Lección, Juan de Mandevilla en el Libro de las maravillas del mundo, aparecido por primera vez en Valencia en 1515, y Antonio de Torquemada en su Jardín de flores curiosas, publicado en Salamanca en el año 1570, son los españoles anteriores al siglo XVIII que se hacen eco de las curiosas noticias de estos extraños personajes acuáticos.
El Padre Feijoo Y El Hombre-Pez
Pero el relato que presenta mayor número de detalles y que resulta de un singular interés por el carácter racionalista y desmitificador de quien escribe sobre él, es el del hombre-pez de Liérganes, que aparece reseñado por primera vez en el volumen VI del Teatro Crítico Universal (1726-1740) de fray Benito Jerónimo Feijoo. La historia, tal y como la cuenta el ilustrado fraile, es más o menos como sigue.
En el lugar de Liérganes, cercano a la villa de Santander, vivía a mediados del siglo XVII el matrimonio formado por Francisco de la Vega y María de Casar, que tenían cuatro hijos. La mujer, al enviudar, mandó al segundo de ellos, Francisco, a Bilbao, para que aprendiese el oficio de carpintero. Allí vivía el joven Francisco cuando, la víspera del día de San Juan del año 1674, se fue a nadar con unos amigos al río. El joven se desnudó, entró en el agua y se fue nadando río abajo, hasta perderse de vista. Según parece, el muchacho era un excelente nadador y sus compañeros no temieron por él hasta pasadas unas horas. Entonces, al ver que no regresaba, le dieron por ahogado.
Cinco años más tarde, en 1679, mientras unos pescadores faenaban en la bahía de Cádiz, se les apareció un ser acuático extraño, con apariencia humana. Cuando se acercaron a él para ver de qué se trataba, desapareció. La insólita aparición se repitió por varios días, hasta que finalmente pudieron atraparlo, cebándolo con pedazos de pan y cercándolo con las redes. Cuando lo subieron a cubierta comprobaron con asombro que el extraño ser era un hombre joven, corpulento, de tez pálida y cabello rojizo y ralo; las únicas particularidades eran una cinta de escamas que descendía de la garganta hasta el estómago, otra que cubría todo el espinazo, y unas uñas gastadas, como corroídas por el salitre.
Los pescadores llevaron al extraño sujeto al convento de San Francisco donde, después de conjurar a los espíritus malignos que pudiera contener, le interrogaron en varios idiomas sin obtener de él respuesta alguna. Al cabo de unos días, los esfuerzos de los frailes en hacerlo hablar se vieron recompensados con una palabra: "Liérganes". El suceso corrió de boca en boca, y nadie encontraba explicación alguna al vocablo hasta que un mozo montañés, que trabajaba en Cádiz, comentó que por sus tierras había un lugar que se llamaba así. Don Domingo de la Cantolla, secretario del Santo Oficio de la Inquisición, confirmó la existencia de Liérganes como un lugar cercano a Santander, perteneciente al arzobispado de Burgos, y del cual él era oriundo. De inmediato mandó noticia del hallazgo efectuado en Cádiz a sus parientes, solicitando que informaran de si allí había ocurrido algún suceso que pudiese tener conexión con el extraño sujeto que tenían en el convento. De Liérganes respondieron que allí no había ocurrido nada extraordinario fuera de la desaparición de Francisco de la Vega, hijo de la viuda María de Casar, mientras nadaba en el río de Bilbao; pero que esto había ocurrido cinco años atrás.
Esta respuesta excitó la curiosidad de Juan Rosendo, fraile del convento, quien, deseoso de comprobar si el joven sacado de la mar y Francisco de la Vega eran la misma persona, se encaminó con él hacia Liérganes. Cuando llegaron al monte que llaman de la Dehesa, a un cuarto de legua del pueblo, el religioso mandó al joven a que se adelantara hasta allí. Así lo hizo su silencioso acompañante, que se dirigió directamente hacia Liérganes, sin errar una sola vez al camino; ya en el caserío, se encaminó sin dudar hacia la casa de María de Casar. Ésta, en cuanto le vio, le reconoció como su hijo Francisco, al igual que dos de sus hermanos que se hallaban en casa.
El joven Francisco se quedó en casa de su madre, donde vivía tranquilo, sin mostrar el menor interés por nada ni por nadie. Siempre iba descalzo, y si no le daban ropa no se vestía y andaba desnudo con absoluta indiferencia. No hablaba; sólo de vez en cuando pronunciaba las palabras "tabaco", "pan" y "vino", pero sin relación directa con el deseo de fumar o comer. Cuando comía lo hacia con avidez, para luego pasarse cuatro o cinco días sin probar bocado. Era dócil y servicial; si se le mandaba algún recado lo cumplía con puntualidad, pero jamás mostraba entusiasmo por nada. Por todo ello se le creía loco hasta que un buen día, al cabo de nueve años, desapareció de nuevo en el mar sin que se supiera nunca más nada de él.
El "Pesce Cola" o "Peje Nicolao"
Hasta ahí el relato resumido, tal y como lo expone el padre Feijoo. En su obra, el fraile abunda en detalles y da los nombres de quienes le impulsaron a reseñar este suceso, ante el cual, en un principio, se mostró escéptico, y al que sólo dio crédito tras recabar información de personajes que merecían su confianza, como el marqués de Valbuena, de Santander, don Gaspar Melchor de la Riba Agüero, caballero de la orden de Santiago y natural de Gajano, pueblo cercano a Liérganes, y don Dionisio Rubalcava de Solares, que conoció y trató a Francisco de la Vega.
Resulta curioso ver cómo el proverbial rigor critico que demostraba el padre Feijoo ante supersticiones comunes en aquel tiempo se desvanece ante el caso del hombre-pez de Liérganes y ante la creencia, en general, en los hombres marinos. Este típico erudito de la Ilustración esgrime un sinfín de argumentos para explicar la posibilidad de existencia de hombres anfibios o marinos. Y al caso de Francisco de la Vega añade otro más, del que ya habían dado cuenta en sus escritos Joviano Potano, Alejandro de Alejandro y Pedro Mexía: el caso de "pesce Cola" o "peje Nicolao".
Nicolao fue un siciliano, natural de Catania, que vivió hacia la segunda mitad del siglo XV. Este hombre, si bien no habitó en el mar durante largos períodos de tiempo, como nuestro hombre-pez de Liérganes, según parece era capaz de salvar grandes distancias a nado, por lo que le empleaban como correo marítimo entre los puertos del continente y las islas. Aún en días de tormenta, cuando los marineros no se atrevían a salir a la mar, "pesce Cola" se zambullía en el agua y llegaba a su destino.
Nicolao era capaz de permanecer hasta una hora debajo del agua sin salir a respirar, lo que le permitía vivir con holgura de la pesca de ostras y coral. Se había dado el caso de que "pesce Cola" siguiese nadando a un barco hasta alta mar, lo abordase y después de comer en él, se brindase a llevar noticias de los marinos a sus familiares de tierra. Los prodigios acuáticos de Nicolao llegaron a su fin cuando el rey Federico de Nápoles y Sicilia quiso comprobar la certeza de su leyenda. El monarca, para ver hasta dónde llegaba la intrepidez y resistencia del siciliano, lo llevó hasta el famoso remolino de Caribdis, situado en el lugar más angosto del estrecho de Mesina, y arrojó al agua una copa de oro, diciéndole a Nicolao que si la recuperaba era suya. "Pesce Cola" se lanzó al agua y permaneció bajo ella tres cuartos de hora, hasta que finalmente salió con la copa en la mano. Interrogado por el rey sobre lo que había visto en tan temido lugar, Nicolao contó tremendas visiones de monstruos marinos, moradores de profundas cavernas. El rey, entusiasmado por el relato, quiso saber más detalles y le prometió igual recompensa si bajaba de nuevo. Nicolao se mostró remiso a cumplir los deseos del monarca, por lo que éste le estimuló con una bolsa de oro, además de otra copa que arrojó al agua. "Pesce Cola" consintió y se sumergió de nuevo para no aparecer mas.
Incredulidad De Marañón
La existencia de los hombres marinos la explica Feijoo a base de la adaptación al medio Arguye que sí a una natural inclinación hacia el mar y una especial predisposición para la natación, se añade la práctica continuada, tanto del ejercicio natatorio como de la retención de la respiración, se podría llegar a resultados sorprendentes, como los que lograron estos singulares sujetos. Aceptada la posibilidad de existencia de estos individuos, cabe la posibilidad de que hombres y mujeres con estas habilidades tuviesen, por causas diversas, que buscar refugio en la solitaria vida marina. A partir de aquí, la existencia de una raza de hombres marinos, herederos de las facultades de unos padres adaptados al medio acuático, es del todo admisible.
Establecida la existencia de una raza de hombres marinos, Feijoo explica la existencia de tritones y nereidas, mitad hombre o mujer y mitad pez, mediante el apareamiento de los hombres marinos y los peces.
Ya en nuestro siglo, el doctor Gregorio Marañón volvió a interesarse por la leyenda del hombre pez de Liérganes, y en su libro "Las ideas biológicas del padre Feijoo" dedica un capítulo entero a la leyenda y a los argumentos presuntamente científicos que utilizó el ilustrado para justificar la existencia de los hombres marinos.
A partir de toda la serie de datos recogidos, Marañón formula la hipótesis de que Francisco de la Vega padeciese cretinismo, enfermedad caracterizada por una detención del desarrollo físico y mental y acompañada de deformaciones. Esta es la causa de que un buen día el joven Francisco, "idiota y casi mudo", abandonase su lugar habitual de residencia y vagase por tierra o quizá por mar, "pero no nadando", hasta que se le localizó de nuevo en Cádiz. La coincidencia de que desapareciese bañándose y que se le localizase de nuevo en el mar, junto con la incapacidad del muchacho para dar cualquier explicación, tejió la leyenda de los cincos años de vida marina.
La mudez, la tez blanca, el pelo rojizo, la piel escamosa -debido probablemente a la ictiosis-, la glotonería y el hecho de comerse las uñas, datos todos que aparecen en el relato del padre Feijoo, interpretados desde un punto de vista clínico, no son sino síntomas de cretinismo, enfermedad endémica propia de regiones montañosas, y entonces frecuente en la montaña santanderina.
La habilidad de Francisco de la Vega en la natación y su resistencia en las inmersiones, las explica Marañón a través de la insuficiencia tiroidea, con frecuencia ligada a las personas que padecen ictiosis. Se ha podido comprobar experimentalmente que, cuanto menor es la cantidad de tiroxina segregada, tanto menor es la necesidad de oxígeno, y por tanto mayor el tiempo de resistencia del organismo a situaciones en que falta este elemento.
De todos modos, después de leer la historia de Feijoo y la explicación del doctor Marañón, se nos plantea una duda: Francisco de la Vega, ¿era realmente un cretino? Lo cierto es que no se dice nada de eso antes de la desaparición del muchacho en el río de Bilbao, y tan sólo se alude a su silencio y locura después de su reaparición en Cádiz.
Aunque la interpretación del suceso que ofrece Marañón es ingeniosa y parece dar una respuesta lógica (dentro de la lógica científico- experimental típica del siglo XX) al fenómeno del hombre-pez, nuestro doctor, muy prudentemente -como corresponde a todo buen espíritu científico- se muestra abierto a valorar cualquier otra posible explicación que se pueda dar a tenor de nuevos datos.
Los Mariños Y H. P. Lovecraft
Siguiendo en la línea de los sucesos extraordinarios y leyendas tejidas en tono a los hombres marinos no se puede dejar de mencionar la historia de los mariños o marinhos gallegos, narrada en el siglo XVI por el licenciado Luis de Molina en sus Descripción del Reino de Galicia y de las cosas notables (Mondoñedo, 1550) y por Antonio de Torquemada en el ya mencionado Jardín de flores curiosas.
Según cuenta el licenciado Molina, un hidalgo pescó en la isla de Lobeira a una sirena. Cuidó de ella hasta que le cayeron las escamas, y entonces la tomó por esposa. Los hijos que tuvieron fueron llamados mariños.
El relato que nos ofrece Torquemada es mucho menos romántico; cuenta que "andando una mujer ribera de la mar, entre una espesura de árboles, salió un hombre marino en tierra, y tomándola por la fuerza, tuvo sus ayuntamientos libidinosos con ella, de los cuales quedó preñada, y este hombre o pescado se volvió a la mar; y retornaba muchas veces al mismo lugar a buscar a esta mujer, pero sabiendo que le ponían trampas para capturarlo, desapareció. Cuando la mujer vino a parir, aunque la criatura era racional, no dejó de traer en si señales por lo que se supo era verdad lo que decía que con el Tritón lo había tenido."
Es curiosa la conexión entre esa leyenda de los mariños gallegos y uno de los relatos del escritor fantástico norteamericano Howard Phillips Lovecraft. En La Sombra sobre Innsmouth, sin duda una de las mejores narraciones cortas de este autor, Lovecraft nos presenta una raza de seres, "mitad peces mitad batracios" -a quienes llama profundos- capaces de reproducirse con seres humanos.
El relato nos cuenta la horrible experiencia de un hombre que va a parar a un extraño pueblo costero, Innsmouth, donde los profundos han logrado establecer contacto con sus habitantes y dejar descendencia. Estos descendientes humanos, si bien en un principio parecen por completo racionales, poco a poco van sufriendo una metamorfosis, hasta que, tras adquirir el monstruoso aspecto de sus progenitores acuáticos, se lanzan a vivir en el océano.
Es de suponer que Lovecraft se inspiró, para la creación de este relato, en alguna leyenda del folklore anglosajón, del que era un buen conocedor; es probable que utilizase ese substrato mítico ancestral, presente en lo más oscuro de nosotros mismos, como un elemento más para articular su peculiar narrativa de terror. Por otra parte, no hay que olvidar que el folklore anglosajón es una de las ramas de la cultura céltica, del que los gallegos -y sus mariños- son representantes de lo más genuino...
Sea como sea, hay que reconocer que la solidez y la verosimilitud de las leyendas acerca de los hombres-pez sobrepasan en mucho las de otros fenómenos más o menos legendarios, por muy universales que éstos sean. Quizá la antiquísima atracción que el hombre experimenta hacia el mar se deba, después de todo, a unas capacidades o a unas inclinaciones que todos poseemos inconscientemente, y que algunos privilegiados han logrado desarrollar.
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martes, 7 de octubre de 2014
hombres hormiga
¿Quién es la Gente Hormiga?
Por todo el sudoeste americano encontramos petroglifos (grabados sobre piedra) o pictografías (pinturas sobre piedra) que representan entidades con largos y delgados cuerpos, ojos grandes, y cabezas protuberantes desde las que a veces sobresalen antenas. Estas extrañas figuras aparecen frecuentemente en una “posición de oración”, sus codos y rodillas puestos en ángulos rectos, semejante a la inclinación de las patas de las hormigas.
¿Representan estos dibujos a una raza de Gente Hormiga? ¿Registran éstos en realidadantiguos encuentros entre humanos y una especie alienígena?
¿Son las criaturas en verdad “alienígenas”, como aquellas del UFO crash de 1947, cerca deRoswell, Nuevo México? ¿O son alguna clase de anomalía de la criptobiología originaria de nuestro planeta? Si no, ¿son entonces manifestaciones meramente psicológicas - creaciones del inconsciente colectivo? Examinemos la evidencia.
Petroglifos Hopi localizados en el norte de Arizona
Evidencia lingüística
“Aquellos que son de Orión” es el aparente significado del término Nefilim del Génesis 6:4 de la Nueva Biblia inglesa. Los investigadores masónicos Christopher Knight y Robert Lomas afirman que la raíz aramea de la palabra nephîliâ es un nombre para la constelación. LosNefilim, claro, son conocidos para los lectores de Zecharia Sitchin. Este prolífico estudioso traduce la raíz sumeria NFL (¡no la liga del fútbol americana!) como “¡... aquellos que fueron lanzados a la Tierra!” La versión del Rey James los llama “los gigantes en la Tierra.” Justo antes del gran diluvio, “los hijos de los dioses,” interpretados como ángeles caídos o vigilantes, copularon con “las hijas de los hombres” para engendrar estos gigantes. Puede ser más que una coincidencia que Nefilim suene muy parecido a la palabra hebrea nemâlâh, que significa hormiga. En este caso, la morfología en lugar del tamaño es el factor principal.
Si los Nefilim son de hecho “de Orión,” la Gente Hormiga realmente podrían ser aquellos que fueron lanzados de los cielos, quizás del propio Orión.
Ya que la constelación asciende exactamente hacia el Este, uno podría pensar que el nombre Orión proviene de la palabra oriente. En realidad, se forma suprimiendo la “m" inicial de la raíz indoeuropea morui. Asombrosamente, esta palabra significa hormiga. Quizás la constelación fue llamada así a causa de que su antropomórfica cintura estrecha hace pensar en el insecto.
El término Hopi para Orión es Hotòmqam, que literalmente quiere decir “para colgar” (como las cuentas en un cordel) o “tres”. Esto podría hacer referencia a las tres estrellas del cinturón de Orión pero también a la forma tripartita de la hormiga: la cabeza, el tórax y el abdomen. Estas lustrosas secciones como cuentas del cuerpo de la hormiga pueden tener su equivalente celestial en la que los Hopi consideran la constelación más importante de los cielos. La aparición de Orión a través de las trampillas en lo alto de los kivas de los Hopi (las cámaras de oración semi-subterráneas) todavía sincroniza muchas sagradas ceremonias anuales.
Kiva en San Ildefonso Pueblo, Nuevo México. Los kivas de los antiguos
Hopi eran redondos como éste, pero después se volvieron rectangulares.
Como arriba...
Cuando Orión domina los cielos invernales, las hormigas están en lo profundo de sus propios “kivas” (colinas). Aunque esto parece contradictorio, el cenit y el nadir realmente son un eje shamánico que comprende el mundo subterráneo. Existen dos reinos separados en la cosmología de los Hopi: la superficie de la Tierra como el sitio de la actividad humana y una región combinada cielo/subterráneo como la casa de los espíritus, en particular los kachinas. (Para los Hopi un kachina es un espíritu enmascarado que puede asumir la forma de cualquier objeto físico, fenómeno, o ser viviente.)
Ambos, el montón de tierra de la hormiga con sus túneles oscuros y los kivas con su sipapuni(un agujero en el suelo que lo une simbólicamente al mundo subterráneo) expresan el plano inferior. Este se arquea paradójicamente hacia arriba por los cielos para servir como casa a los espíritus de la estrella.
El dios Hopi de la muerte, la tierra, y el averno se llama Masau'u. Como las hormigas, él posee el conocimiento de la superficie de la Tierra y de las regiones chthonic. Él lleva una máscara con agujeros de grandes ojos abiertos y una boca grande. Su enorme cabeza calva se parece a una calabaza, y su frente sobresale en una protuberancia. Sus pies son largos como un antebrazo, y su cuerpo es gris. Este color es esencial, puesto que su nombre viene de la palabra Hopi maasi, que significa gris. De hecho, esta descripción de la mitología Hopi está inquietantemente cerca de las imágenes contemporáneas de los extraterrestres Grises.
Masau'u también es el equivalente terrestre de Orión, cuyo nombre, como dijimos, significa hormiga. Los Hopi creen que las distancias son insignificantes para Masau'u ya que él puede atravesar toda la Tierra antes de que llegue la mañana. ¿Qué mejor manera hay para expresar el movimiento de Orión desde el Este al horizonte occidental durante la noche?
Figura adaptada de una ilustración de Petra Roeckerath,
Stories of Maasaw, A Hopi God, Ekkehart Malotki and
Michael Lomatuway'ma, University of Nebraska Press, Lincoln, 1987
La palabra Hopi para hormiga es anu. En el mismo idioma naki quiere decir amigo, plumas de oración, ofrendas de comida, o arena - un nexo de conceptos que pertenecen a este insecto que a veces vuela. Una combinación de las dos palabras
(anu-naki, o “amigo hormiga”) puede relacionarse con el Anunnaki de Sitchin. El dios del cielo babilónico también se llamaba Anu. Un cilindro sumerio de alrededor del 2250 A.C. muestra el panteón de deidades principales llevando sombreros de pico. El dios Hopi del cieloSotuknang, estrechamente asociado con el dios de la Tierra Masau'u, también lleva un tocado puntiagudo. Como sus colegas de Medio Oriente, estas divinidades indias americanas estuvieron presentes en la creación del Universo y continuaron jugando un papel decisivo en el desarrollo de la cultura.
Anu (o Danu) también era la denominación de la diosa madre céltica y patrona de la muerte. Además, Anu era otro nombre de la ciudad egipcia de Heliópolis donde se guardaba la piedra meteórica benben. Además, la palabra egipcia anu no sólo significaba productos, ingresos, o algo traído, sino también regalos, tributos, y ofrendas. Esto hace referencia a la capacidad de las hormigas de almacenar provisiones y a la VENERACIÓN dada a la Gente Hormiga. En cualquier caso, su influencia es global.
Evidencia mitológica
Las hormigas jugaron un papel crucial en la supervivencia de los antiguos Hopi. Los grandes kivas de la Gente Hormiga proporcionaron un santuario durante la destrucción del Primer Mundo, o Primera Era, por el fuego (vulcanismo o asteroides) y el Segundo Mundo por el hielo (glaciares). [Por una posible ubicación de esto, ver en el sitio web de Jack Andrews “Lost City of the Dead in the Grand Canyon.”] Sólo los miembros virtuosos de la tribu que seguían una cierta nube de día y a cierta estrella de noche eran capaces de encontrar al dios del cielo Sotuknang. Él decidió salvar a estas “personas escogidas” que emigraban conduciéndolas hasta la Gente Hormiga por protección.
A las hormigas se las describe como generosas y trabajadoras, ofreciendo sustento a los Hopi cuando las provisiones escaseaban y enseñándoles las ventajas del almacenamiento de comida. De hecho, las hormigas tienen hoy tales cinturas delgadas, continúa la leyenda, porque otrora se privaron de alimentos. En otra versión de las primeras eras, los Hopi mismos son descritos como hormigas cuando estaban “abajo.” La palabra “abajo” alude al Kiva Hormiga y al Primero y Segundo Mundo Subterráneo. El Tercer Mundo anterior destruido por un diluvio también se conceptúa como que está debajo de la tierra, considerando que nuestro actual Cuarto Mundo está en la superficie de la Tierra.
Según un mito Hopi algo cruel sobre “porqué las hormigas son tan delgadas,” muchas hormigas vivían al este de Toko'navi, o Montaña de los Navaho cerca de la frontera de Arizona/Utah. Estos insectos no son descritos a la manera alegórica de una fábula de Esopo sino de un modo casi humanoide. Durante una iniciación de la Sociedad Kachina, dos hormigas fueron disfrazadas como los fieros gigantes Hu de los kachinas, y azotaron a los niños hormiga tan duramente que éstos terminaron casi cortados al medio, de ahí su delgadez. ¿Es ésta otra referencia a “los gigantes en la Tierra?”
Las hormigas son también asociadas con la guerra o la caza. Los Hopi creen que ambas características se relacionan con Orión en particular y con las estrellas en general. Esta tribu también conecta a las hormigas negras con la brujería. La palabra Hopi Toko'anu (similar al nombre de la montaña) significa literalmente hormiga carnívora, la gran hormiga roja oscura con una picadura dolorosa. Por otro lado, la Sociedad de la Hormiga Roja del Zuni, una tribu que vive cerca de los Hopi, es asociada con la curación.
En Mesoamérica, el pueblo Maya, que comparte muchas características culturales con los Hopi, relata leyendas de hormigas parecidas a hombres que construyen ciudades de piedra y caminos durante la Primera Creación (Mundo). Estos seres peculiares poseyeron poderes mágicos y podían emplazar las piedras en las posiciones arquitectónicas apropiadas silbando simplemente.
El arqueólogo J. Eric S. Thompson escribe:“Zayamuincob puede traducirse como ‘los hombres torcidos ' o ‘los hombres desarticulados, ' que hace pensar en una conexión con un ‘jorobado'. La palabra también puede relacionarse con zay, ‘hormiga' puesto que allí también hay una tradición Yucatec [Yucatán Maya] de una antigua raza llamada chac zay uincob, ‘los hombres hormiga roja'. Ellos eran trabajadores como las hormigas que sacan la tierra roja y hacen caminos rectos a través del bosque.”
La referencia a la joroba nos recuerda a Koko Pilau (Kokopelli), el flautista jorobado. Esto es la omnipresente figura de la fertilidad semejante a un insecto de los petroglifos del Sudoeste.
Hormigueros celestiales
Cada febrero los Hopi celebran el Baile del Frijol dentro de su kivas. Las fogatas se mantienen ardiendo continuamente, convirtiendo estas estructuras subterráneas en casas espléndidamente calientes. Este ritual puede conmemorar una época cuando la Gente Hormiga le enseñó al pueblo Hopi cómo hacer germinar frijoles dentro de las cavernas para sobrevivir. Los kachinas Hu antes mencionados son parte esencial de esta ceremonia para iniciar a los niños en la Sociedad de los Kachina.
Las hormigas resuenan profundamente en nuestras psiques como habitantes arquetípicos de mundos duales: el plano de la Tierra y el Averno. La evidencia lingüística y mitológica indica, sin embargo, que la imagen de antropoides semejantes a hormigas es más que una reacción psicológica ante la diminuta formica del mundo natural. ¿Por qué si no los medios de comunicación masiva les darían sistemáticamente a los ETs características de bichos? A diferencia de los vagos fantasmas de los sueños, la Gente Hormiga parece espantosamente real.
Si estas espeluznantes criaturas son una extinta o aislada especie terrestre como Pie Grande o el Monstruo del Lago Ness, todavía tenemos que descubrir algún esqueleto o evidencia fósil de su pasada existencia.
Petroglifo en Cottonwood Creek Ruin, cerca del Homolovi State Park, Arizona.
¿Fue la Gente Hormiga (nemâlâh) realmente la progenie (llamada Nefilim) de las mujeres que copularon con los ángeles rebeldes? ¿Llegó a Arizona un emisario de Orión, cuyo nombre significa hormiga, para convertirse en Masau'u, el dios de los Hopi semejante a una hormiga? ¿Estaba la Gente Hormiga dispuesta a salvar a los humanos virtuosos de dos diferentes cataclismos naturales porque los primeros veían en los últimos el reflejo genético de ellos mismos? ¿Eran los kivas semejantes a cuevas en las que los Hopi encontraron refugio en verdad los hormigueros de los Antiguos Seres de las Estrellas? Estas preguntas pueden ser al final incontestables. No obstante, las implicaciones nos mantienen intrigados.
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lunes, 6 de octubre de 2014
hombre cucaracha
todo comenzó con una simple cucaracha que habitaba en las alcantarillas de mexico.
una cucaracha se callo a un balde con quimicos biológicos la cucaracha muto mordiendo y atacando a un hombre que trabajaba en la alcantarilla. así ese hombre muto en el hombre cucaracha como el de la imagen
domingo, 5 de octubre de 2014
hombres y mujeres mariposa
hombres y mujeres mariposa
hombres y mujeres mariposa creados por una planta rara que se encuentran en los bosques de todo el mundo. las mariposas o los humanos se van a esa planta comen o tocan la planta y se convierten en criaturas con cuerpo humano y alas de mariposa común mente se esconden de los humanos pero atacan si se sienten amenazados lo bueno es que no comen humanos.
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